viernes, 5 de febrero de 2010

... En mis paridas varias.

Hoy comimos pasta de Italia, cortesía de mi hermano el viajero.
Consecuencia: 2 peleas, una por comer tarde y otra por comer temprano.
Resultado: Nata grumosa por quedarse fría. Pena de pasta.

Aparte de esto hoy bajé a comprar con Terminator (mi perrito de 11 meses y 30 y tantos kilos). Y rachones a parte, a estado a punto de tirarme a mitad de la carretera cuando ha confundido con un amigo mío a un muchacho que, inocente él, miraba con una cara que ha pasado de la sorpresa al temor en menos de un segundo. Normal, yo veo a este sucedáneo de mastín arrastrando a su dueña muy decidido en mi dirección y me falta city para correr. En fin, que el muchacho conforme se ha ido acercando se ha dado cuenta de que mi perro el pobre estaba llorando y emocionaíto perdío y le ha dado hasta la risa.

Final del día:
Mi madre me odia porque le he gritado por no venir a comer a tiempo y quedarse la nata fría.
Mi hermano me odia porque me comí la pasta antes de que el llegara.
Mi perro me odia porque en la tienda le compré un nuevo bozal.

Mañana será otro (di que siiiiiiiiiii)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nunca dejes a tus pensamientos prisioneros...