Si es que no me van a dejar, lo veo venir.
Recién terminada la locura del Gran Evento, lo mejor es meter en la batidora la nostalgia de quien ya no está a mi lado, la presión de las elecciones, el estrés de los exámenes, la vuelta de una antigua amistad no esperada, la aparición de varios cortejadores y.... ¡Booom! Bienvenidos a un estado de ansiedad continua.
Vayamos por partes:
Nostalgia: no sé si os dará pena o ganas de meterme un collejón, pero ahí estaba yo el sábado a las 21:oo ZULU pegada a la Sexta, a la página del As y a la de Sport. Y mientras escuchaba la retransmisión del Villareal-Valencia y leía que Messi hacía de las suyas, mis lágrimas hacían carreras por llegar al suelo de mi cuarto. Sí señores, el fútbol es el fuerte de Enrique. Sigo acostándome en mi lado de la cama y levantándome en el suyo. Sigue teniendo lado en mi cama. A veces me pregunto si un día me levantaré y simplemente le habré olvidado. Lo dudo. Le quiero.
Elecciones: ahora tocan las de la facultad, y aunque me prometí no presentarme me veo venir, me veo venir.... y más con la de movidas que hay últimamente. ¿Cómo es posible que haya gente que dedique su vida a joder el trabajo de los demás, siendo además un trabajo voluntario y positivo para los demás? ¿tan mala es la envidia? ¿Son ansias de protagonismo? No pienso dejar que un inútil se lleve el mérito de un buen equipo de trabajo, así de claro. Como odio a los trápalas y que justiciera que he salido ¡Leches!
Exámenes: ¡En 3 semanas! no llego ni a propulsión con todo esto Dios...
Amistad: se trata de un amigo con el que me distancié por varios malentendidos, desde mi punto de vista provocados por algunas personas, me sorprendió la semana pasada invitándome a su cumple, pero no pude ir, ya se verá como van las cosas.
Cortejadores: ahora que se ve que vuelvo a tener cara de soltera, hay varios pululando por ahí, alguno hasta es un encanto y un amor y todo eso, pero es que no tengo ganas de querer a nadie, de verdad. Así que me dedico a salir con mis amigos, y torearlos un poco XD. A parte por supuesto está Jaime, al que llevo sin ver en plan cita... ni recuerdo, pero creo que así es mejor, la última vez me dediqué a hablarle de Enrique toda la tarde, pobre.
Yo ahora sólo quiero pensar en que cada vez queda menos para ir a tumbarme en plancha a mi amada Elviria, no sé si sola o acompañada, pero creo que a estas alturas, ya es lo de menos.