jueves, 16 de mayo de 2013

En la huída

Siempre huyo. No me preguntéis por qué. Bueno sí, preguntádmelo y obligadme a admitir que no soy más que una cobarde que huye de sus propias ideas, que quiere borrar sus experiencias.

Huyo sin mirar atrás, pero cuando los ojos que veis en la cabecera del blog me devuelven la mirada en cualquier espejo... Lo veo ahí, en el fondo. Mis recuerdos afloran y mis propias miradas me acusan.

Es tan tentadoramente cálido sentirse comprendida por quien no conoces...

Así que aquí me tenéis, una vez más, sin saber cuánto tardaré en huir esta vez.