Porque claro, yo sabía que esto no iba a ser de la noche a la mañana. Sabía que vendrías de vez en cuando a mi mente a dar la vara, pero esto no puede seguir así, se está convirtiendo en la obsesión que no era, y ha llegado la hora de escoger entre tú y yo. Estoy dispuesta a olvidarlo todo, lo que me has amado, lo que me has deseado, la amistad que me has brindado... el problema es que hay algo en mí que no quiere hacerlo, que se resiste a ver la realidad. He de suponer por supuesto que no es mi yo racional, (si es que yo tengo de eso).
Así que me rindo. Entra en mi cerebro, desespérame. Hazme llorar por las noches y gritar por las mañanas. Haz que no valore que tengo a mi lado a lo mejor que me podía pasar en la vida. Total, para lo que queda de mí...
Pero no creas que esto es una rendición total. Sé que eres como una vela, y tarde o temprano tu cera se agotará, y tu llama se apagará. Entonces será cuando mi mente y mi alma descansen en la oscuridad de tu ausencia total.
Bienvenida al infierno del olvido.
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ResponderEliminarla vida demuestra que una vez más que alguien que ha sido mas que un amigo, nunca volvera a ser uno mas...claramente es una herida que no saturaste en su momento y ahora vuelve a sangrar, solo la tapaste.
ResponderEliminarPero aun estas a tiempo, solo cuando cierres todas tus heridas y no solo las escondas te sentiras en paz.