... En ser psicóloga de guardia.

Madre mía, la que me ha caído. Desde que mi amiga Carlota dejó a Adrián mi vida es de de película, pero de comedia de serie B. Pensareis que "claro, las amigas están para eso" y que pobre Carlota. Pero no, ahí estáis fallando más que una escopeta de feria, el que llama es él. Afortunadamente el número de llamadas se está reduciendo considerablemente esta última semana, pero las dos anteriores han sido un auténtico infierno. Podéis pensar que soy cruel, pero lo que soy es demasiado buena, en plena época de exámenes, el teléfono ha llegado a sonar 10 veces en un mismo día. Y lo peor no es la llamada, que podría ser productiva, es que las 10 veces es para hablar exactamente de lo mismo. Todavía podría serme de consuelo si viese que mis consejos surten efecto, ¡pero es que encima está diciéndote que no te piensa hacer caso pero que gracias por escuchar!

¿No os dije que soy una santa?

Eso sí, para la próxima vez cobro las terapias que me está saliendo cara la cosa en aspirinas.